Realmente no sé por qué te escucho.
En teoría deberían darme igual tus reglas del juego, tus juicios de valor...o dónde está el centro de tu pequeño universo.
En la práctica....todo es un poco mas dificil.
Me quedo, con cara de tonta, esperando sentada, mientras me das la leccíon del día.
Tu.... que no sabes más de mi que de cualquiera (que de la Luna), piensas q necesito que me guíes hacia no sé qué lugar que tu conoces.
En teoría es genial que me brindes pequeñas gotas de sabiduría desde ese pedestal desde el que me hablas sosteniendo la verdad en una mano y la sensatez en la otra.
En la práctica estás tan perdido como yo.
Y estoy casi segura, casi pondría la mano en el fuego, y juraría que en elgún momento del día te quedas sentado, con cara de tonto, mientras recibes la lección del dia.
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